jueves, 18 de marzo de 2010

Valoración internos

Aquí tedes as valoracións de Joana e Paco sobre a charla no voso centro.

¡Hola a todos chicos/as y profesores/as del CEE Manuel López Navalón!
Me sentí muy cómoda con todos vosotros/as, fue una experiencia única, pues cada charla que doy es diferente y lo mejor de todo es que gracias al proyecto ANOCA, me siento mejor persona, me fortalezco y eso es maravilloso.
Solo espero que la charla os sirviese de algo, yo personalmente cuando hablo lo hago de corazón y mi intención es transmitiros lo mal que lo he pasado por culpa de las drogas. Vosotros tenéis la llave, y no os penséis que por fumar unos porros no llegaréis a nada más, pues se llega y destrozas todo lo que tocas.
Gracias a todos, siempre doy las gracias pues realmente estoy súper agradecida, a mis profesores por confiar en mi, pues aunque soy una persona, no dejo de ser una presa y gracias a vosotros por escucharme y mantener ese respeto que tuvisteis durante casi 2 horas.
A todos, GRACIAS.

Joana


Hoy he salido a dos institutos. El primero de ellos fue el CEE Manuel López Navalón (en Santiago). La acogida por parte de los profesores fue de una grata y sincera espera. Antes de llegar, me comunicaron que por desgracia, uno de los chicos o chicas tenía a parte de su familia en prisión. Los chicos nos recibieron con gran expectativa. Nadie sabía, ni ellos ni nosotros, cómo se iba a tratar el tema de las drogas y de la cárcel. Hablo de jóvenes con 16 o 17 años. Digo esto porque hubo que tratar estos dos temas. En el primer instituto seríamos unas 40 ó 50 personas. Cuando tocó el turno de preguntas después de hacer nuestra presentación, me encontré con la sensación de que a los chicos no les hacía falta ninguna opinión. Los chicos se relajaron y empezaron a querer saber algo sobre drogas y prisión. En este centro se formaron dos grupos bien diferenciados. Muchos, o quizás un par de ellos, dejaron bien claro que no le tenían miedo a las drogas (el clásico "yo controlo") y otros que se quedaron muy tocados hasta el punto de llegar al llanto y la congoja. Salí con la sensación de que los maestros, en vez de educar, sencillamente educaban a estos primeros como si batallasen con ellos 1, 2, 3, etc, días y meses. Cuando terminó la charla pude discernir claramente las dos caras de la moneda. Querían seguir con el tema unos y otros dieron el tema por zanjado antes de empezar. Dos jóvenes en concreto me felicitaron por lo ocurrido durante la charla, fue una verdadera experiencia tratar con ellos. De mi parte, les doy las gracias a unos y otros porque yo también aprendí de ellos.

Paco

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